Diferencia entre diamante y brillante

Cuando hablamos en joyería de la diferencia entre diamante y brillante, siempre existen dudas en los comentarios en la calle.

Algunos clientes me han confirmado, (erróneamente, claro):

“Que el brillante era una copia del diamante, pero falsa”.

“Otros opinan que el brillante era mejor porque brillaba más que el diamante”

y otros, “Que el diamante es más antiguo y el brillante más moderno”, lo cual no es cierto, pero puede tener algo de realidad. Ya que la talla brillante populariza su origen en España en los años 70-80, del s. XX (existía antes pero era carísimo, por su dificultad al tallarlo) y el diamante al ser el mineral data su origen a la par de la formación de la Tierra, por tanto millones de años atrás. Aunque los primeros fueron encontrados por el ser humano en el s. IV a. C. en los lechos fluviales de India. 

Muchas son las dudas en la diferencia entre el diamante y el brillante. Muchas veces son hábitos del lenguaje. Nos acostumbramos a utilizar palabras que no están bien definidas cuando se trata de temas especializados, como en este caso.

Según la definición de la RAE, el diamante es una “Piedra preciosa constituida por carbono cristalizado en el sistema cúbico, que se utiliza en joyería por su brillo y transparencia y en la industria por su elevada dureza”.

Tiene la máxima dureza: 10, en la escala de Mohs.

Por tanto, el diamante es el mineral que raya a todos los anteriores. Lo cual no lo hace irrompible, se puede fragmentar si se lo presiona por la zona inadecuada. Y lo más importante es que puede sufrir desperfectos perdiendo su brillo o “pasmarse” (como se dice en el argot joyero) por contrastes de temperatura o corrientes de aire. 

Por ejemplo, cuando se suelda un anillo y se somete a temperaturas de 800 o 900 grados Celsius* es importante cerrar puertas  y ventanas, evitando así corrientes inadecuadas de aire. Y también esperar a que se enfríe la joya de manera natural. Y así evitar meterlo en caliente a los ácidos de decapado o al agua. Para que el diamante no sufra cambios bruscos de temperatura y se cree un vaho en el interior de la piedra que lo haga perder el brillo como fue tallado. 

El diamante puede estar:

• En bruto, sin tallar

• Tallados, se hacen con formas determinadas, con facetas para mejorar su brillo. Las formas de tallado o facetado de los diamantes son muchas: 
  • Talla brillante 
  • Talla marquise o marquesa
  • Talla oval
  • Talla carre o cuadrado
  • Talla baguette o rectangular
  • Talla princesa
  • Talla cushion o cojín
  • Talla esmeralda 
  • Talla triangular o trillium
  • Talla corazón 
  • Talla pera o perilla
  • Talla briolete
  • Talla Assher
  • Talla rose cut

• Y la más usada y más bonita de todas, la talla brillante. Con forma redonda en el frente y una culata en pico con 57 o 58 facetas y un ángulo determinado entre el filetín y la culata.

La respuesta es bien clara  y sencilla de entender, la diferencia entre el diamante y el brillante es que el diamante es el nombre del mineral. 

Y el brillante es una forma de tallarlo, para que obtenga el mejor brillo posible.