Los anillos de sello en joyería.

En su origen el anillo sello se creó de una manera funcional, estampar y firmar documentos. A ello debe su nombre y su forma, por esto llevaba grabado el escudo familiar o monograma, para identificar y diferenciar a su dueño.  Se presionaba con el sello sobre cera o lacre caliente hasta dejar marcado el símbolo o marca que representaba a un individuo o a una familia en concreto. Un documento sellado se consideraba incluso más auténtico que firmado a mano. Esta es la historia de los anillos de sello en joyería.

Un poco de historia.

La historia de los sellos se remonta a las primeras civilizaciones. En Mesopotamia se utilizaban para dar autenticidad a escritos. Estos sellos aun no tenían la forma de joya. Eran cilindros de hueso de animales tallados en bajorrelieve, que plasmaban girando en una plancha de arcilla.

Siempre fue el sustituto de una firma para los documentos oficiales en una época en que pocas personas sabían escribir.

En Egipto ya tenían forma de anillo. (Según consta en los escritos del Génesis) Los faraones los llevaban de piedra, hueso o cerámica y se han encontrado en las excavaciones de las pirámides. Se utilizaban para certificar transacciones comerciales y legitimidad de firmas. Cada sello era único y reconocible por todos. Se utilizaban figuras relacionadas con antiguos dioses, representaciones de animales y símbolos dedicados a la naturaleza. Era muy usado el símbolo del escarabajo.

Los Etruscos que poblaban parte de lo que hoy es Italia, entre los s. X al IV a.c., también utilizaban los sellos para firmar los documentos de transacciones comerciales, títulos de propiedad, escritos en telas de lino. Ya usaban, por tanto, los anillos de sello en joyería.

En la antigua Grecia, hay que destacar el periodo helenístico (del 323 al año 31 a.C.), muy rico en joyas de oro. Se tallaban las gemas para insertarlo en los anillos de sello siguiendo los estilos de la escultura, usando calcedonias y cornalinas. Usaban el estilo camafeo, con una cara o figura femenina, que representaba la imagen de la propietaria.

En las excavaciones de época romana encontradas en el mundo, se encontraron anillos de sello. El sello romano representaba dioses, escenas de batalla e incluso las caras de los emperadores. Los altos funcionarios y personas importantes llevaban anillos de sello para representar su autoridad y poder.

Durante la Edad Media, el anillo sello tuvo gran protagonismo tras la aparición de la heráldica. La heráldica proviene del nombre masculino heraldo, es decir, el que anunció y describió a los caballeros que entraban al torneo, el que anunció los hechos, el que llevó las declaraciones de guerra como funcionario público en la Edad Media. Representaba el escudo de armas, los detalles que identificaban a las familias, dinastías, instituciones y ciudades durante siglos. Mostraba el escudo de armas, armaduras, lambrequines, armas, figuras, lemas, órdenes a las que pertenecían. Todo esto ordenado y colocado estratégicamente, eran únicos y estaban registrados.

A partir del s. XV, cuando los turcos otomanos se hicieron con el imperio Bizantino. Se popularizó el uso del anillo sello en las mujeres, porque se convirtió en un símbolo de las posesiones y la familia. Durante este período, los funcionarios y los plebeyos también llevaban anillos de sello. No todos sabían leer y escribir y estos sellos ayudaban a personalizar firmas, documentos, cartas, etc.

La Iglesia católica, prohibía a la población a llevar cualquier tipo de joyas ornamentales. Sin embargo, permitieron a los cristianos llevar un anillo, pudiendo ser el sello de la familia o el anillo de boda.

Funcionabilidad. Los anillos de sello en joyería

A partir de ese tiempo, mientras la civilización occidental aprende y sabe leer y escribir, el uso de los anillos de sello para sellar documentos importantes fue reemplazado por las firmas manuscritas.  El anillo, dejó de ser útil para las antiguas utilidades prácticas. Durante el siglo XVII, los anillos de sello fueron relegados a las cajas de joyas a medida que se volvieron menos populares.

Durante el siglo XVIII, el anillo de sello volvió como moda para los caballeros. Algunos hombres tomaron los anillos de sello de los abuelos y los volvieron a usar como “simbolismo de las joyas de la familia. Algunos señores acaudalados se mandaron a hacer nuevos anillos de sello, en general, sobre tradiciones de la familia o letras inglesas enlazadas o símbolos relacionados con su profesión u oficio.

Los aristócratas, que tenían títulos, tenían un emblema creado especialmente para ellos en los anillos de sello, apoyado en la heráldica de sus antepasados. Sus hijos y caballeros de menor rango en general, tenían sus iniciales grabadas en los anillos.

Durante el s. XX, se han utilizado los anillos de sello de forma ornamental, tanto entre mujeres, que usaban piedras preciosas de colores: cornalinas, ágatas bicolores, o camafeos con caras de la época clásica, sobre todo de Roma. Como en hombres, que también usaban anillos de sello con piedras con letras de su nombre y apellido o ambos. Pero de colores más sobrios, negros como el ónice. Siempre usados de forma ornamental, estos sellos habían perdido su función y ya no se usaban en documentos o cartas certificadas, como antaño.

En la actualidad se ha perdido esta tradición de llevar los anillos de sello en joyería. Nos demandan sellos con escudos familiares y en algunos casos nos encargan sellos con el nombre de sus hijos para ceremonias como la Comunión. Tambien diseñamos sellos modernos personalizados en diferentes metales, siempre joya única.

En algunos países también se le denomina sello de anillo a las marcas de contraste que identifican el metal, su pureza y su fabricante o importador. Como ya hablamos en otro blog publicado.